domingo, 13 de septiembre de 2009

ENSAYO
CHARLAS CON LA REALIDAD
EL AGUILA, EL RATON Y EL GUSANO
POR: FERNANDO RODRÍGUEZ ARIAS

Pienso que la vida de las personas se asemeja a la de tres seres. El águila, el ratón y el gusano. El águila se eleva a las alturas, es impotente, osada, fuerte, nunca se acobarda, con paciencia mira a las criaturas de abajo, su misión es volar, recorrer los anchos espacios, dominar desde lo alto; es rápida, certera, decidida, no se amilana ante nada.

• Tal es la vida de las personas que nacen para ser verdaderos protagonistas de este mundo, personas inteligentes, realistas, que asumen la vida con personalidad, con madurez, que tienen carisma, ansias de vivir, personas que saben descubrir lo real que siempre se presenta oculto por las apariencias; personas que saben comprender el porqué, el cómo y el quién; personas que viven con intensidad porque en ello esta la esencia de su vivir, personas que ven el mundo de una manera realista, no se dejan manosear y entienden las cosas como son. Así son las Águilas.

El ratón es cobarde, temeroso, pero sobre todo es GRIS; vive con la basura, en la basura y de la basura, es sucio, su presencia causa escozor, esta condenado a vivir en los rincones siempre escondido, lleva una vida gris y gris mente muere.

• Tal es la vida de las personas en las que todo es una sorda monotonía, una continua rutina; son vegetales que escasamente existen, llevan una vida oscura, sin brillo; carecen de iniciativa, de ambición, de propósitos, viven “porque sí”, su basura es su ignorancia aunque creen que saben mucho y no entienden la realidad del mundo aunque se las demuestren de mil formas; en muchos su matrícula gris la da su petulancia y su pretendido sabihondismo que no son más que la muestra de su carencia, son las grises personas vacilante, temen afrontar situaciones. Así son los ratones.
El gusano se arrastra, pues de otra forma no puede existir, por donde pasa va dejando una huella húmeda asquerosa, produce fastidio y algunos son venenosos; el gusano es débil, inconsistente, postrado.

• Si que hay gusanos en nuestra sociedad; unos son seres bajos, ruines, envidiosos, seres hipócritas, de doble faz, azuzadores, cuyos criterios de verdad les hace practicar carajadas y ven siempre el mundo al revés., nunca derecho. Otros gusanos los presenta la vida como personas hechas solo para recibir ordenes, no les gusta PENSAR pues imaginan que es un trabajo muy fatigante, no tienen ninguna clase de formación sólida, rechazan la realidad de la vida y prefieren apoltronarse en su mundo mágico, sobrenatural; sus complejos no les permite alzar la mirada o sostener la del otro y piensan que TODO ESTA BIEN así como está.

Cuando el águila en su vuelo encuentra nubarrones oscuros, simplemente dirige sus fuerzas a esquivarlos o aniquilarlo, pero en ningún momento se deja influir por ellos y si alguna vez, un potente rayo la alcanza y la hace caer al suelo, el águila saca fuerzas de flaqueza, hace esfuerzos sobrenaturales y vuelve a emprender su vuelo así sea con las alas rotas, nunca veremos a un águila ARRASTRANDOSE.

El gusano y el ratón son conformistas ; QUIETOS, pusilánimes, buscan acomodar su vida a lo que ya está hecho pero nunca HACEN NADA, son parásitos, de sí mismos y se dedican a mirar desde abajo el imponente vuelo de las águilas, ellos piensan que fueron condenados desde siempre a llevar una vida rastrera y que no pueden hacer nada para cambiar sus tortuosas vidas y entonces se hunden más en el fango de su propia mentira, se revuelcan en el pantano de su pequeñez y se embriagan con ella, como si tal cosa los alegrara mucho. Desconocen el ratón y el gusano, que de haberlo querido hubieran podido ser águilas, por la Ley dialéctica de la vida; pero encontraron más cómodas las vidas que adoptaron y se quedaron en ellas.

El águila es generosa y apreciativa, noble y generosa, leal y no gusta de atacar por la espalda, en cambio el gusano es egoísta y marrullero y está pendiente de quien le de la oportunidad de tumbarlo en lo que sea. El ratón como ni le va ni le viene. Sólo alcanza a levantar la mirada para expresar. “lo que no es conmigo, no me importa, así se maten todos los demás que cada quien se defienda como pueda” y con esto se justifica para esconder la cabeza como avestruz como si esto fuera un acto muy valiente.

Si usted lo analiza estará de acuerdo en que la vida de las personas se asemeja a la del águila, el ratón y el gusano. Sólo me resta preguntarle: ¿con cual de ellos se identifica usted?

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